“Obeso. Gordo. Con sobrepeso. De mayor peso. De huesos grandes. De
talla grande. Tener exceso de grasa. Peso no saludable. Estas son solo
algunas de la larga lista de palabras que se utilizan para describir
el peso de las personas.
¿Estas palabras son estigmatizantes? ¿Lo hacen sentir indigno? ¿Lo
enojan? ¿Importa en qué contexto se utilizan estas palabras?” Angela Chesworth
¿Cómo debemos llamarla? Es sorprendente cuánta atención prestamos al
responder esta pregunta cuando hablamos sobre la obesidad. Algunas
personas prefieren "gordo" porque creen que es una
descripción fáctica. Otras personas se sienten ofendidas por la
palabra "gordo" y prefieren "obeso" porque es un
término clínico objetivo.
Al asistir a una conferencia
reciente en el Reino Unido sobre obesidad y control del peso, escuché
a un orador referirse a personas de "mayor peso". Esto
generó una respuesta muy negativa entre ciertas secciones de la
audiencia, quienes sintieron claramente que esto era estigmatizante y ofensivo.
Participo activamente en organizaciones que apoyan a personas que
conviven con la obesidad. Siento que el estigma es un aspecto muy
importante del desafío y, por supuesto, aquí es donde surgen
definiciones y desacuerdos sobre las definiciones. Como todos somos
personas diferentes, es difícil complacer a todos. Lo que podría ser
ofensivo para una persona, no lo es para otra.
Para mí, es el contexto lo que hace que una palabra sea dañina. Ser
llamado "gordo" por un extraño que pasa puede hacerle sentir
molesto, enojado e incluso indigno. Pero, si un médico le dice
"Me preocupa que esté muy gordo y que esto pueda causarle
problemas de salud futuros." ¿Eso le genera los mismos sentimientos?
La obesidad suele verse como autoinfligida, y esto habilita a las
personas para ridiculizar, discriminar e intimidar. Entonces, al salir
de la conferencia, me preocupaba que se hubiera puesto tanta atención
en "¿cómo nos referimos a la obesidad?" ¿No es mucho más
preocupante el estigma de "coma menos, muévase más" que la
enfermedad en sí?
Lo que la gente no se da cuenta es que estoy activa. He tenido un
trabajo físico de tiempo completo desde que terminé la escuela.
También tuve un entrenador personal y fui a un gimnasio y a clases de
natación diarias. Por eso, adelante, llámeme gorda, con sobrepeso, más
pesada, de huesos grandes o lo que desee. Pero si siente la necesidad
de juzgarme, hágalo basándose en sus propias observaciones, no en lo
que le dicen los medios, o los profesionales sin experiencia o
comprensión de lo que es realmente vivir con obesidad.
En mi opinión, las conferencias y otros foros en los que se analiza
la obesidad se beneficiarían de una mejor comunicación entre los
académicos y los pacientes. Dicho diálogo contribuiría a comprender
mejor los desafíos que enfrentan las personas con obesidad e informar
una mejor estrategia para lograr avances con una única voz. Y no solo
con una palabra de estigmatizante y limitada.