Al pensar en perder peso, y mantenerlo, se suele creer que sólo es
cuestión de "energía que entra y sale": cuánto comemos y
cuánto nos movemos. Pero la ciencia ha demostrado que la obesidad
tiene muchas causas, algunas de las cuales están más allá de
la concientización o el control de la persona que vive con obesidad.
“Voy al gimnasio, como porciones muy pequeñas, practico yoga. Sin
embargo, todavía tengo sobrepeso. La gente me dirá “come menos,
muévete más y estarás bien”. Pero en realidad no es tan simple”.
Para Vicki Mooney, una madre de tres hijos que vive en España,
pedirle ayuda a su médico fue un punto de inflexión en su vida.
También la hizo darse cuenta de que la obesidad no es solo una
cuestión de estilo de vida, sino una enfermedad crónica con muchas causas.
Cualquier persona que haya vivido una fracción de lo que Vicki ha
enfrentado, lo sabe muy bien: perder peso es difícil. No volver a
aumentar los kilos perdidos, lo es aún más. Aun así, parece ser una
creencia generalizada que las personas que viven con obesidad son
totalmente responsables de su situación.
La narrativa popular implica que, si solo comemos la comida correcta
y hacemos ejercicio de la manera adecuada, no tendríamos exceso de
peso. Si bien este mecanismo de energía que entra y energía que sale
es cierto, es una simplificación drástica, y puede ser hiriente para
aquellos que viven con obesidad. Perder peso depende del equilibrio
entre cuánta energía consumimos y cuánta energía utilizamos. Si bien
perder peso depende del equilibrio de cuánta energía consumimos y
cuánta utilizamos, hay causas de desequilibrio muy complejas y que
varían de una persona a otra.
Los científicos líderes están de acuerdo en que la obesidad es una
enfermedad crónica.
Al igual que muchas otras enfermedades crónicas, la obesidad se
desarrolla durante un lapso de tiempo. Existen muchas razones para
esto, algunas de las cuales están más allá de nuestra conciencia o
nuestro control. Nuestra psicología, la genética, las hormonas, los
niveles de estrés, la cantidad y la calidad de nuestro sueño, los
medicamentos que tomamos y el entorno en el que vivimos son todos
factores que pueden estar involucrados.
Para controlar la obesidad de manera eficaz, el primer paso es
identificar qué causas están involucradas (estas causas variarán de
una persona a otra) y de qué manera se pueden abordar algunos de los obstáculos.